Durante el mes de agosto de 2013, se realizaron sendos informes del estado de conservación del trono-anda. Fue ya en el mes de diciembre de 2013 cuando se comenzó la intervención.
Se decidió realizar los trabajos de restauración en dos fases.
La primera fase, donde se ejecutaría el grueso de nuestra intervención, comprendería desde mediados de diciembre de 2012 hasta la misma Semana Santa de 2013, pues la Hermandad procesiona durante la noche del Jueves Santo. Los trabajos se centrarían en el decapado de barnices sobre el oro y el dorado de los escudos frontales y laterales, así como de las molduras perimetrales. Acondicionado de la tarima donde se ubican las imágenes y la base de ésta.
La segunda fase, pasada la Semana Santa, estaría dedicada principalmente, al dorado de las tallas porta farolas esquineras del anda. Así mismo, se realizarían nuevas tallas y reconstruirían pequeños faltantes en elementos decorativos originales.
Las principales alteraciones que presenta a nivel estructural eran:
• Grietas de tamaño considerado.
• Uniones en mal estado (refuerzos con elementos metálicos).
• Pérdida de soporte lígneo a causa de golpes.
• Preparación en muy mal estado.
• Ataque de insectos xilófagos.
Alteraciones en policromía:
• Oxidación en el oro falso.
• Pérdidas.
• Desgastes.
Intervención Realizada:
Se procedió a registrar con detalle el estado en que se encontraba el trono y las patologías existentes.
Como primera actuación se procedió al desmontaje y siglado de las cartelas y los escudos. Las cartelas con los motivos pictóricos, se embalaron y se guardaron en las dependencias del museo, dado que éstas ya habían sido intervenidas anteriormente por otros restauradores. Nuestro trabajo se iba a centrar en la eliminación del barniz aplicado a los escudos y portalámparas y su posterior dorado. Los mencionados escudos poseen elementos decorativos de la pasión de Cristo. También hubieron de ser desmontados para una mejor intervención.
Se procedió a un nuevo desinsectado preventivo ya que había sido objeto de un tratamiento anticarcoma hace unos años. Se desmontaron todas las molduras perimetrales que estaban sujetas con tres sistemas distintos: clavadas, atornilladas o encoladas. Se impregnaron las piezas con producto Xilamón anticarcoma por su parte posterior y se embolsaron herméticamente durante una semana. A continuación se volvieron a encolar reforzadas con mechones en su lugar original.
En la parte inferior del anda, a lo largo de todo su perímetro, se había colocado una moldura con la intención de disimular los rieles que sujetan los faldones. Dichas molduras se encontraban en bastante mal estado por lo que se decidió substituirlas por otras más apropiadas, guardando más consonancia tanto en forma como en color, con otra moldura ya existente de origen.
El trono-anda presentaba mucho polvo acumulado, masilla desadherida, restos de espuma de floristería y hojas secas principalmente por detrás de los escudos y entre los huecos de las molduras y volutas. Se procedió a su eliminación mediante aspirador y brochas.
Mediante un decapante se eliminaron todos los barnices que estaban oxidados así como pinturas y masillas en mal estado. Posteriormente se proseguía la limpieza con disolventes de baja intensidad.
Las zonas en la que la imprimación se encontraban muy deteriorada o pulverulenta a causa del exceso de humedad, provocada por la decoración florar continuada a lo largo de los años, se resanaron mecánicamente con lijas de diferentes gruesos hasta llegar a la madera soporte.
Las grietas más considerables fueron resanadas a base de chuletas de madera de balsa encoladas con acetato de polivinilo. Las más estrechas fueron rellenadas con resina de dos componentes marca Araldit madera.
En las zonas doradas donde se había perdido la imprimación, se volvió a aplicar una capa de estuco natural, compuesto por cola animal y carbonato cálcico. Se impermeabilizó la superficie y se aplicaron diversas capas hasta lograr un grosor adecuado. Posteriormente se lijó hasta dejarlo a nivel del original.
Una vez sacamos a la luz el oro primitivo, se valoró la posibilidad de conservarlo. Lamentablemente, se encontraba en un estado irrecuperable al estar extraordinariamente erosionado, cuando no, desaparecido, quedando únicamente la capa de bol. En consecuencia se decidió consensuadamente redorar todas aquellas zonas que lo requirieran con oro fino de 23 3/4. Tras el saneado de la madera, estucado e imprimación, se procedió a la aplicación de las hojas de pan e oro fino, empleando la técnica tradicional de la «sisa».
Sobre la tarima de madera donde se asientan las imágenes se colocó un tablero marino que serviría para proteger las tablas de madera originales. Posteriormente fue pintado con pintura plástica ocre. A todo el perímetro de la mencionada superficie se añadió una moldura a modo de tapajuntas para dar un mejor acabado al conjunto. A modo de base, bajo la plataforma, se encuentra un friso corrido que en origen era plateado. En una intervención anterior y debido al deterioro de esta plata, se aplicó una pintura imitando madera natural. Descartada la posibilidad de recuperar y devolver este elemento a su estado natural, se decidió aplicar la misma técnica de imitación de madera. Las paredes del anda, donde se halla principalmente la decoración, esta construida en madera de pino chapada en nogal. En general, esta superficie no presentaba deterioro alguno de manera que sólo hubo que limpiar y aplicar un barniz protector.
Para unas faltas en la decoración de los laterales, se tallaron en madera de pino cuatro volutas que vendrían a ocupar estos espacios carentes de ornamento. Su diseño fue realizado por el propio autor de las imágenes y el anda Don Miguel Ángel Casañ.
